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Blog de Historia

Jalisco Posindependiente

Federalismo y Pacto Federal de Anáhuac (1786 – 1823)

Al desaparecer el Imperio, los líderes locales pretendieron una completa autonomía, por lo cual se desató una intensa campaña en favor del federalismo que se apoyó en dos grandes figuras: Francisco Severo Maldonado y Prisciliano Sánchez, ambos respaldados por el propio jefe político Quintanar.

Desde marzo de 1821, había circulado en Guadalajara el Contrato de asociación para la República de los Estados Unidos del Anáhuac, donde Maldonado sostenía que el sistema federal era el más apropiado para gobernar un territorio de grandes dimensiones y para darle mayor cohesión a los habitantes de cada provincia.

Por su parte, el Pacto Federal de Anáhuac, de Prisciliano Sánchez, aparecido en 1823, aseguraba que el federalismo constituía "un invento feliz" de la política porque se ajustaba a las condiciones naturales del hombre, a fin de representar el único medio capaz de moderar la fuerza del gobierno central y la manera más eficaz para que cada individuo desarrollara con plenitud sus virtudes cívicas. Sobre Don Prisciliano Sánchez existe un muy completo estudio biográfico denominado Reivindicación de Don Prisciliano Sánchez, Precursor del Federalismo Mexicano y Fundador del Estado de Jalisco, publicado en 2003 por el historiador Marco Antonio Cuevas Contreras.

Oficialización de la República y Gobierno de Prisciliano Sánchez (1823 – 1826)

Por su parte, en México se instaló finalmente el nuevo Congreso Nacional el 7 de noviembre de 1823 y, luego de acalorados debates, el 31 de enero de 1824 se aprobó el Acta constitutiva federal, cuyo artículo 50. estipulaba que la república habría de ser organizada bajo las bases del federalismo. Fue remitida de inmediato a todos los estados, siendo jurada el 7 de febrero de 1824 por las autoridades de Jalisco, no obstante que en ella se concedían facultades tales al Congreso General y al Ejecutivo que les permitirían controlar desde el Centro a toda la Nación.

El primer gobernador constitucional, Prisciliano Sánchez, y su vicegobernador, Juan N. Cumplido, lo mismo que la I Legislatura del estado, tomaron posesión de sus cargos el 24 de enero de 1825.

La gestión del primer gobernador, que debía concluir en 1829, se vio interrumpida por su muerte repentina víctima de una infección, el 30 de diciembre de 1826, dando lugar a que Juan N. Cumplido se convirtiera ya en la pieza política principal de Jalisco. Hasta el día de su muerte (en 1851) fue nombrado seis veces gobernador interino en periodos que abarcaron de dos meses a un año, a más de resultar electo en tres ocasiones diputado local.

Sucesores de Sánchez (1826 – 1835)

En general, los sucesores de Prisciliano Sánchez continuaron con la misma línea política de éste. En el año de 1827, el Gobierno logró intervenir en el manejo de los diezmos y, en marzo de 1829, se privó a la Iglesia de su opción de adquirir bienes raíces y fundar obras pías.

Por otra parte, el uso extensivo de la libertad de imprenta dio lugar a una profusa Boletería que posibilitó la expresión escrita de todas aquellas ideas que las restricciones anteriores habían acallado. Ahora, ni censura ni tribunal alguno podían impedir y, mucho menos, castigar la crítica abierta de cuanto asunto anduviera en boga.

De 1821 data la primera escuela en Guadalajara sostenida exclusivamente con fondos del Ayuntamiento; pero no fue hasta el gobierno de Prisciliano Sánchez cuando se llevó a cabo una intensa campaña de escolarización, en tanto que la Constitución local sentaba el compromiso de crear escuelas de primeras letras en todos los pueblos de la entidad y de elaborar un plan general de estudios. Este fue publicado el 20 de marzo de 1826 y establecía que la enseñanza oficial en Jalisco habría de ser "pública, gratuita y uniforme", en sus cuatro niveles: municipal, departamental, cantonal y estatal. Asimismo, se clausuraron el colegio de San Juan Bautista y la Universidad de Guadalajara a causa de su marcada tendencia colonial, y se fundó el Instituto del Estado con un programa académico más amplio y acorde a lo que el Gobierno esperaba de la educación superior.

En cuanto a la educación de niñas, el Plan prescribía que también se estableciesen escuelas públicas "en todos los pueblos de Estado" para que aprendieran a "leer, escribir, contar, el dibujo y las labores convenientes a su sexo".

Aunque de hecho ya lo estaba desde el triunfo de los planteamientos de Cuernavaca, no fue sino el 23 de octubre de 1835 cuando el federalismo quedó oficialmente suprimido en todo el país. Jalisco y las demás entidades pasaron por entero a depender de México, mientras los partidarios del centralismo, entusiasmados por el triunfo, se lanzaban a demostrar que las cosas iban a marchar mejor en lo sucesivo.

La Reforma (1835 – 1877 )

En junio de 1836, José Antonio Romero cesó como gobernador interino de Jalisco pues pasó al gabinete presidencial, tomando su lugar el vicegobernador Antonio Escovedo, a quien correspondió dar a conocer las llamadas Siete Leyes Constitucionales que fueron proclamadas en la ciudad de México el 30 de diciembre de 1836.

En el ahora "departamento" de Jalisco, los tres gobernadores habidos entre 1835 y 1841: Romero, Escobedo y José Justo Corro – quien cubrió un interinato de noviembre a diciembre de 1837 –, fueron fieles ejecutores de la voluntad del Centro, a pesar de que los tres eran jaliscienses de nacimiento.

El entusiasmo que despertó el advenimiento del federalismo se vio empañado pronto por las noticias acerca de la invasión de fuerzas militares de Estados Unidos y de que la corbeta de guerra estadounidense Cyane había anclado en San Blas el 2 de septiembre de 1846. No se sabe con certeza cuánto tiempo permaneció el referido buque bloqueando el puerto, pero es evidente que impidió, o cuando menos dificultó, las operaciones de los comerciantes comarcanos, aparte del sobresalto que sembró entre los moradores.

Si bien es cierto que Jalisco veía transcurrir el asedio de las tropas norteamericanas a distancia, por cuanto éstas no daban trazas de intentar un avance o un desembarco por tierras occidentales, el Gobierno del estado no dejó de preparar dispositivos para la defensa en prevención de que la guerra cambiara su curso inesperadamente. Así, al mediar 1847 cristalizaban las negociaciones tendentes a constituir una alianza con los estados de México, Querétaro, San Luis Potosí, Zacatecas y Aguascalientes, pues se reunió en Lagos con representantes de ellos a discutir las maniobras militares conducentes. A mediados de agosto, el gobernador Angulo concurrió a Zamora con sus colegas de México, Zacatecas y Guanajuato para definir nuevas prevenciones destinadas a la salvaguardia del área.

Pérdida de territorios e invasión

A principios de enero de 1848 arribaron a San Blas los buques Lexington y Whiton, cuya tripulación se apoderó de algunos bagajes sin importancia. El puerto no fue atacado ni retenido por el enemigo; de cualquier forma, la cercana presencia extranjera intimidó al Gobierno de Jalisco. Muy pronto – el 2 de febrero de 1848 – sobrevino el tratado de Guadalupe Hidalgo que puso fin a la guerra. Conforme a tal pacto, México perdía, además de Texas, la Alta California, Arizona y Nuevo México, que en su conjunto significaban un poco más de la mitad del territorio nacional.

Francia, España e Inglaterra acordaron el 31 de octubre de 1861 intervenir militarmente en la República Mexicana, en virtud de la suspensión de pagos ordenada por el presidente Juárez. Posteriormente, sólo los franceses continuaron con la empresa, en aras de otros fines. Al contrario de la indiferencia mostrada cuando la invasión estadounidense 15 años atrás, esta vez Jalisco se aprontó a movilizarse verdaderamente en defensa de la Nación. El propio Congreso estatuyó, antes de disolverse, que los jaliscienses entre los 18 y los 50 años de edad debían prestar servicio militar, de manera que el 2 de mayo, el gobernador Ogazón pudo disponer la organización de 10 cuerpos de infantería y de caballería.

El 6 de enero de 1864, arribó a la capital de Jalisco el ejército francés llevando a la cabeza al mismísimo mariscal Bazaine, substituto de Forey. Nadie opuso resistencia, pues Arteaga tenía dos días de haber salido con la tropa hacia el sur de Jalisco, dando lugar a las expresiones despectivas de los soldados jaliscienses que hizo públicas Bazaine, vaticinando que la "pacificación sería muy rápida". Mas la guerra de guerrillas resultó a la larga mucho más dañina para el invasor que el enfrentamiento abierto.

A consecuencia de las derrotas sufridas por los franceses en Europa en octubre de 1866, se hizo inminente el total retiro de las fuerzas expedicionarias en México, máxime que el ejército imperial ya mostraba serias cuarteaduras y empezaba a dar graves tumbos en distintas partes del país.

Situación post-invasión

Eran tiempos malos los que venían: la dictadura de Santa Anna, la Revolución de Ayutla y la Guerra de tres años, causaron serios daños a la educación. De este modo, en 1860 – un año antes de la muerte de López Cotilla – sólo subsistían 19 escuelas oficiales en Guadalajara y, peor aún, al restablecerse en 1867 el régimen republicano, luego de la invasión francesa, Guadalajara no contaría más de 11 planteles municipales que atendían un total de 590 niños y 69 niñas.

Benito Juárez fue reelecto Presidente de la República por resolución mayoritaria del Congreso; pero se mantendría en el poder muy debilitado por la disidencia de Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz que ya encabezaban sendas facciones de liberales. Debilitamiento que no dejó de repercutir en Jalisco, por cuanto la "Unión Liberal" se erigió en el principal enemigo del Gobernador, propiciando una enconada lucha política que sólo terminaría cuando los vallartistas consiguieron consolidarse en el poder en 1871. Mientras los diputados esperaban a que concluyera el periodo constitucional de Gómez Cuervo, éste completó el número necesario de magistrados para reinstalar en noviembre al Supremo Tribunal de Justicia, suspendido a raíz del cese de su presidente. En febrero de 1871, la Legislatura estuvo ya constitucionalmente en tiempo hábil para regularizar sus funciones, mas el Gobernador, alegando su mala conducta anterior, no la reconoció.

Hacia 1878, la superficie de Jalisco – calculada entonces en 115 mil km² – albergaba en sus doce cantones, 30 departamentos y 118 municipalidades que conformaban la estructura territorial del estado, más del 10% de los 9.5 millones de mexicanos; aunque el Séptimo cantón – Tepic –, con seis departamentos y 28 municipios, de hecho ya no pertenecía a Jalisco desde que, en 1867, había sido convertido en distrito militar. Comoquiera, sus pobladores llegaban a la cifra de 857 mil, mayor que la de cualquier otra entidad. Más del 70% vivía en áreas rurales y tenía a la agricultura como principal ocupación, tanto que, en 1877, las cosechas jaliscienses alcanzaron el 16.5% de la productividad de todo el campo nacional. Jalisco era el mayor cultivador de maíz, frijol y trigo. El primer lugar correspondía al maíz y el segundo a los otros dos cereales acompañados de algodón, la caña de azúcar y el tabaco, cuyos respectivos volúmenes, a más de satisfacer la industria local, lograban colocar excedentes en otras partes. En seguida estaba el cultivo del agrave que, año tras año, se convertía en creciente riqueza agroindustrial a consecuencia del mayor consumo del "vino mezcla" o tequila, que había sobrevenido a raíz de la fiebre del oro en la Alta California. Asimismo, aunque en cantidad mucho menor, los suelos jaliscienses cosechaban ajonjolí, papa, lenteja, arroz, cebada, chile, comino, garbanzo, haba, etc.

 

 

 

1 comentario

EDGAR BECERRA -

Lo que yo note en esta lectura,es que, en el gobierno de presciliano sanchez se lleva a cabo la primera apuesta por la educacion, por asi decirlo,comprometiendo a la constitucion local a crear escuelas de educacion basica, y que tenia que ser publica,gratuita y uniforme, construyendo las escuelas publicas en todos los pueblos.
Tambien, que Jalisco tenia una superficie de 115 mil km cuadrados, y que la agricultura era na de las ocupaciones principales pues en 1877 las cosechas del estado de Jalisco representaban el 16.5% de la produccion de todo el campo nacional.