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Blog de Historia

Historia Internacional

Métodos para el estudio de la historia.

Positivismo.

Fundado por Augusto Comte, propone que el hombre debe aplicarse al conocimiento de los fenómenos y sus leyes, y la ciencia se ubica de acuerdo a su complejidad y generalidad creciente, estableciendo categorías para analizar hechos sociales, porque conocer el mundo físico no es igual que conocer la realidad social.

Consiste en no admitir como validos científicamente otros conocimientos, sino los que proceden de la experiencia, rechazando, por tanto, toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto. El hecho es la única realidad científica, y la experiencia y la inducción, los métodos exclusivos de la ciencia".

Tendencia científica y filosófica de la segunda mitad del siglo XIX que se caracteriza por la atención exclusiva a los hechos, prescindiendo de cualquier postulado no verificable.

Comte eligió la palabra Positivismo sobre la base que señalaba la realidad y tendencia constructiva que él reclamó para el aspecto teórico de la doctrina. Se interesó por la reorganización de la vida social para el bien de la humanidad a través del conocimiento científico, y por esta vía, del control de las fuerzas naturales.

El Positivismo es, antes que nada, una Teoría de Historia y un intento de construir una teoría de la sociedad humana es decir una sociología. El dogma del progreso y los tres estados de la sociedad (de Comte), son las dos columnas fundamentales que la sostiene. La base del planteamiento de Comte consiste en afirmar que todo enunciado o proposición que no se corresponda al simple testimonio de un hecho, no encierra ningún sentido real e inteligible.

Algunas ideas centrales de su pensamientoson: la concepción historicista del desarrollo de la ciencia y de la razón; las cuales él desarrolla en tres estados fundamentales, es decir, la historia del pensamiento transitó por tres senderos y en el último radica la verdad clara y demostrada; estos estadio son:

Estadio mitológico – teológico: en este estadio el ser humano hace depender los fenómenos naturales de la voluntad de poderes personales superiores, es lo conocido como fetichismo donde se atribuyen poderes mágicos a fenómenos naturales. Es en este estadio donde se vive el proceso del paso del politeísmo al monoteísmo.

Estadio metafísico: es el estadio en el cual todo es explicado a partir de entidades abstractas, es un período crítico, en el cual irrumpen las fuerzas disolventes de la inteligencia; simplemente es transitorio.

Estadio positivo: Es el estadio definitivo y superior porque en él se explica la realidad mediante la observación y la experimentación. Ya que, el Positivismo busca explicar los hechos por medio de la formulación de sus leyes y es por ello que prescinde de la metafísica. En este estadio se renuncia al conocimiento de lo absoluto, y se pasa a buscar las leyes de los fenómenos.

Comte intenta fijar el sentido de la palabra positivo, analizando las diversas acepciones de la misma:

1) Positivo como real por oposición a quimérico
2) Útil en contraste con inútil
3) Certeza frente a indecisión
4) Preciso frente a vago
5) Positivo como contrario a negativo y/o Relativo en contra de absoluto.

Estructuralismo.

En el estructuralismo el hombre pasa de ser sujeto de la historia y de la cultura, a ser objeto que se conoce por la objetividad y la neutralidad científica.

Quienes asumieron el estructuralismo "buscaron la permanencia y estabilidad de las estructuras que duran y derivan su significado solamente de sí mismas y de sus raíces en una naturaleza humana, en cuanto realidad plenamente determinada como los demás objetos del mundo."

Se opone al causalismo y al historicismo sobre todo en su visión del hombre, que de sujeto pasa a ser objeto del conocimiento y eso implica que los hombres estén sometidos a las estructuras. El gran desarrollo de este movimiento se dio a partir de 1960 encontrando en Lévi Strauss su mayor exponente, hoy es criticado y acusado por su desprecio a la historia y por la devaluación de la autonomía individual.

Según esta propuesta la historia del hombre está formada de estructuras inmutables en el tiempo, el papel de la historia es describir y analizar las estructuras sociales e incluir en ellas las acciones del hombre.

Materialismo Dialéctico (Marxista).

Se debe entender por materialismo a la corriente que niega la existencia de sustancia espirituales como el alma, de tal manera que procede a explicar el mundo a partir de los hechos concretos, considerando a la materia como principio de toda realidad. El materialismo histórico pretende explicar que el hombre a lo largo de la historia ha sido definido por su capacidad de producir y poseer bienes materiales, entrando en esto a una lucha entre los que lo oprimen y dominan con el fin de no permitirle la obtención de los bienes necesarios para la vida. Karl Marx y Friedrich Engels, principales precursores del materialismo histórico, consideraron que la historia de la humanidad, es la historia de la lucha de clases.

El materialismo histórico plantea pues que toda la historia de la humanidad ha sido una constante lucha entre opresores y oprimidos, ásí se abordará el análisis de los hechos históricos, considerandolos como una disputa o un conflicto entre los contrarios. A lo largo de la historia, Marx y Engels identificaron varias etapas definidas por estos conflictos.

I.- esclavo y su dueño. Esclavismo.

II.- siervo y señor feudal. Feudalismo.

III.- obrero y patrón en el capitalismo.

Periodización de la historia.

Existen diferentes formas de dividir la historia. A esta división se le llama periodización y se utiliza para facilitar el analisis del pasado. se basa en formas de producción, de explotación, de hechos militares, políticos o sociales, características económicas, etc.

Las periodizaciones más comunes son

Clasificacción Clásica.

Prehistoria. De la aparición del hombre a la invención de la escritura.

Edad Antigua. De la invención de la escritura a la caída del Imperio Romano de Occidente.

Edad Media. De la caída del Imperio Romano de Occidente hasta la caída del Imperio Romano de Oriente.

Edad Moderna. De la caída del Imperio Romano de Oriente a la Revolución Francesa.

Edad Contemporánea. De la Revolución Francesa hasta la actualidad.

Clasificación Sociológica.

Salvajismo.

Barbarie.

Civilización.

Clasificación Marxista.

Comunismo Primitivo.

Esclavismo.

Feudalismo.

Capitalismo.

Socialismo.

Comunismo.

 

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El sujeto de la historia

Algunas preguntas que no pueden dejarse de lado cuando se hace una reflexión acerca de lo histórico y específicamente sobre la naturaleza de la historia son:  ¿quién hace la historia? o dicho en el lenguaje de los especialistas, ¿quien es el sujeto de la historia? ¿qué es aquello que está detrás, lo que subyace, provoca y genera el acontecimiento histórico? ¿quién es el ser o la fuerza que hace posible los acontecimientos que registran los libros de la historia?

Varias son las respuestas que los teóricos de esta disciplina   han dado a esta problemática a través del tiempo.

·        Una primera respuesta quizá la podamos encontrar en lo que sostienen los defensores de la explicación providencialista de lo histórico.  En la mayoría de los escritos de orientación religiosa - o con influencia de esta -, se señala que el hombre no es más que un intermediario de la voluntad divina.  El destino del hombre no es otro que cumplir fielmente con el supremo mandato de la divinidad.  En este sentido,  todo lo que el hombre ha hecho,  dicho, pensado, sentido y realizado, no es más que el resultado de una voluntad ajena y superior a él.  Desde esta perspectiva, quien hace la historia, el verdadero sujeto de la historia, lo que está detrás del acontecer histórico y de la voluntad humana es la divinidad.  Esta concepción de la historia prevaleció principalmente hasta fines del siglo XIII aunque sus ecos se escuchen todavía en épocas posteriores.

·        Una segunda respuesta la podemos encontrar en la tradición individualista, refrendada por el pensamiento positivista del siglo XVIII.  Esta tendencia sostiene que son los grandes hombres, las grandes personalidades, los individuos dotados de particulares capacidades quienes hacen la historia.  Según esta concepción, los hombres fuera de serie, los que resuelven grandes problemas - planteados por las generaciones anteriores -  son los que, con su genialidad señalan las nuevas necesidades sociales, orientan a la sociedad y en gran medida provocan el acontecer histórico.  Desde esta perspectiva, el sujeto de la historia es el individuo, el genio, la personalidad.    Este tipo de historia puede ejemplificarse en la corriente de la historia política,  la cual considera que fueron los reyes o los personajes sobresalientes los protagonistas de grandes hazañas.

·        Otra respuesta, la ofrecen quienes sostienen  que la colectividad, la masa, el pueblo, constituyen el sujeto de la historia.  Son los pueblos, con su quehacer cotidiano, su trabajo diario y su participación política los que crean la riqueza y encumbran a los individuos, a los líderes, caudillos o dirigentes.  Esta tesis se inspira en la tradición marxista y se complementa señalando que la masa, la colectividad, puede aspirar a adquirir la categoría de Sujeto de la Historia, en la que medida en que participa consciente y organizadamente en la vida política de una sociedad, ya como partido político en algunas de sus variantes, incidiendo en cada etapa histórica en la solución de algunas de sus sentidas problemáticas o proponiendo alternativas que tiendan al resolverlas.

·        Un cuarto punto de vista sostiene que la historia no tiene sujeto, ya que son las circunstancias sociales, el conjunto de las relaciones sociales (económicas, políticas, culturales, ideológicas, etc.) las que determinan y dan significado al acontecer histórico, incluso él individuo es un producto de esas circunstancias.  Desde esta perspectiva el individuo parecería anulado, determinado por la maraña de relaciones sociales dominantes en cada época y en mucho se parecería esta propuesta a la primera.  Sin embargo, en este marco cabe preguntarnos como puede el individuo rescatar su papel de actor protagónico del acontecer histórico.  Ante esta circunstancia el individuo sólo puede lograr tal papel en la medida que su capacidad de pensar le permita adentrarse en el conocimiento de las diversas circunstancias que provocan determinado acontecimiento histórico.  De tal manera que al incidir en el estado de ánimo colectivo el individuo puede desencadenar movimiento que en ocasiones cambian el rumbo de la historia, con lo que logra convertirse en hacedor de la misma, es decir, en Sujeto de la Historia.