las diferencias entre Sexo y género.
Con esta lectura pretendemos:
- Pensar en la diferencia entre sexo biológico y género
- Reconocer cómo la sociedad en la que vivimos marca nuestra forma de ser mujeres y hombres
- Poder cuestionar la desigualdad de género
PARA PENSAR ESTE TEMA
“Desde pequeña me marcaron cómo tenía que ser para ser una mujer. A veces fuerte, con retos: ‘no seas torpe’. Otras veces con dulzura: ‘así peinada estás más linda’; o regalándome pulseras para arreglarme mientras a mis hermanos le regalaban pelotas. No me gustaban los juegos ‘de niñas’, no me divertían. No quería ser varón pero tampoco sabía si quería ser niña.
Hoy estoy convencida de que quiero ser mujer, pero una mujer diferente...”
Sexo y género: diferencias biológicas, desigualdades sociales
Nacemos biológicamente hembras o machos. Cuando vamos creciendo la sociedad nos educa y nos va haciendo primero niñas o niños y luego hombres o mujeres.
Las diferencias naturales entre mujeres y hombres son mucho más pequeñas de lo que nos imaginamos.
La mayoría de las mujeres somos un poco menos corpulentas que los hombres, tenemos menos vello en el cuerpo, y órganos sexuales diferentes. La mayoría de los hombres tienen más fuerza física y la mayoría de las mujeres, más resistencia al dolor. La diferencia más grande es que nosotras podemos embarazarnos, parir y amamantar.
Estas diferencias también se dan entre los animales mamíferos hembras y machos. Y entre los humanos, se mantienen en todos los lugares y tiempos.
PARA
PENSAR
• Que las mujeres seamos más sensibles y los hombres más agresivos, no es natural.
• Que nosotras seamos más inseguras y ellos más autoritarios, no es natural.
• Que nosotras tengamos más habilidad para los trabajos domésticos y
cuidar niños y ellos para usar herramientas y manejar vehículos, no es natural.
Las diferencias naturales: el “sexo biológico”
Usamos la palabra “sexo” para hablar de las diferencias naturales entre hombres y mujeres. También podemos usar el nombre de “sexo biológico”, porque las diferencias sexuales se dan también entre hembras y machos de la mayoría de las especies animales. La palabra sexo también se usa para hablar del acto sexual, de las relaciones sexuales. Aquí no nos referimos a eso.
Hay diferencias sexuales desde mucho antes del nacimiento. Ya en la quinta semana de gestación, un poco más de un mes de embrazo, se comienzan a formar los órganos sexuales. Y entre la octava y novena semana se terminan de formar.
Cuando nacemos, la diferencia sexual es evidente: tenemos vulva o pene.
Muchas veces escuchamos decir: “los hombres tienen pene y las mujeres vagina”. Claro que tenemos vagina, pero es parte de los órganos internos, es el “tubito” que va desde el “agujerito” hasta el útero, la matriz. No nombrar la vulva es negar que exista. Como si fuera una parte vacía del cuerpo. Es negar que las mujeres tenemos sexualidad más allá de la penetración. Es una forma de discriminación.
Las diferencias sociales: el “género”Al momento de nacer todos los “cachorros” de seres humanos actuamos igual. Hayamos nacido con vulva o pene, tenemos las mismas necesidades de alimento, cuidado y afecto.A medida que vamos creciendo, nos van educando para que seamos diferentes. A quienes nacimos con vulva, nos tratan como a “niñas”. A quienes nacieron con pene, los tratan como “niños”. A quienes nacimos con vulva nos visten de rosa, nos dan muñecas para que juguemos, nos riñen si nos ensuciamos.
A quienes nacieron con pene los visten de celeste, les dan pelotas para jugar, los riñen si lloran. Así nos van haciendo diferentes. A todas esas diferencias que no son naturales las llamamos género.Cambia, todo cambiaSabemos que las diferencias de género no son naturales porque varían en diferentes lugares y tiempos. Y algo que es natural, no cambia, no puede ser de otra manera. Por ejemplo, es una diferencia natural que a las mujeres nos crezcan los pechos a partir de los 10 ó 12 años. Eso ocurre aquí y en la China. Eso ocurre hoy y ocurría hace 10.000 años.Pero las diferencias de carácter o de formas de ser entre hombres y mujeres no son naturales. Por ejemplo, en nuestra sociedad no está bien visto que un hombre se maquille para arreglarse, eso no es “masculino”; en cambio, en algunas tribus, los únicos que podían pintarse el cuerpo eran los guerreros más bravos, los más “machos”. Esta es una diferencia de género. Tampoco es natural que algunas tareas las tengamos que hacer las mujeres y otras los hombres. Las tareas que se cree que son “femeninas” y las tareas que se cree que son “masculinas” cambian en distintas sociedades. Por ejemplo, en algunos pueblos aborígenes hacer canastos se considera una tarea de mujeres, ¡ningún hombre haría eso! ¡sería una vergüenza!; en cambio, en otros pueblos hacer canastos es una tarea sólo de hombres, prohibida para mujeres.
PARA
PENSAR
Entonces, como depende de cada sociedad, decimos que las diferencias de género son sociales. Esto quiere decir que no son naturales, que pueden cambiar. ¡Podemos cambiar! ¡Podemos ser mujeres diferentes!
Desigualdades de género
Desde muy pequeñas nos enseñan cómo tenemos que relacionarnos con los hombres, cómo nos tienen que tratar y cómo tenemos que tratarlos nosotras a ellos. Desde que somos muy pequeñas nos enseñan, nos hacen sentir y creer, que los hombres son superiores a nosotras. Que a los hombres hay que obedecerlos y servirlos.
Aprendemos esto cuando vemos que nuestro padre da órdenes a nuestra madre, cuando la reta o la golpea; cuando nos hacen servir la mesa o lavar la ropa mientras nuestros hermanos descansan; cuando festejan si el recién nacido es varón.
En la vida diaria, primero en nuestra familia; después, en la escuela, en la iglesia, en la televisión, nos van enseñando a someternos a los hombres.
Los hombres tienen más oportunidades de estudiar y de manejar dinero que nosotras. Los oficios que suelen ser de hombres son mejor vistos y pagos que los que solemos hacer las mujeres. Cuando hacemos el mismo trabajo, nos pagan menos. Se nos hace responsables a nosotras del cuidado de los niños, pero es el padre el que decide las cosas importantes. Hay una diferencia de poder que beneficia a los hombres. Por eso decimos que en esta sociedad las mujeres estamos oprimidas.
Así, a las diferencias sexuales naturales (haber nacido con vulva o pene) esta sociedad las convierte en desigualdades de género (tener mayores o menores oportunidades en la vida).
Aprendiendo a ser “buenas niñas”
Desde muy pequeñas nos van marcando cómo tenemos que ser niñas. Nos marcan cómo tenemos que hablar; qué tenemos que hacer y qué no tenemos que hacer; qué juegos nos tienen que gustar y cuáles no. Nos van cargando en la espalda una gran mochila de mandatos, de órdenes, de lo que esperan de nosotras. Una pesada mochila que llevamos toda la vida. A esa “mochila” del cómo ser mujer que nos carga la sociedad la llamamos género. A los hombres también les enseñan cómo tienen que ser, cómo tienen que sentir, cómo tienen que actuar. También les dan una “mochila”, pero llena de otras cosas que a nosotras.
También llamamos género a la forma en que somos mujeres en esta sociedad. La sociedad “inventa” que por haber nacido con vulva tenemos que ser más débiles o más pacientes y cariñosas que quienes nacieron con pene. Eso es un invento pero nos lo enseñan ¡y nosotras lo aprendemos! Nos enseñaron a ser más débiles, pacientes y cariñosas. ¡Y realmente somos más débiles, pacientes y cariñosas que los hombres! ¡Pero no porque hayamos nacido así sino porque nos criaron así!
Mujer colonizada
¿Qué valores machistas nos enseña esta sociedad para mantener la opresión en la que
nos encontramos? Muchos. Algunos son: el valor de la virginidad (de la mujer, ¡por supuesto!);
el valor del sacrificio; el valor de la delgadez extrema; el valor de la sumisión... ¡y tantos otros!
Desde la familia, la escuela, la iglesia, los medios de comunicación nos bombardean con órdenes, con prohibiciones. Así nos van dominando, nos van “colonizando”. Como, a partir de Colón, los españoles dominaron América y avasallaron a los pueblos originarios; el machismo avasalla nuestros cuerpos, nuestros sentimientos, nuestros deseos.
Yo ¿la peor de todas?
La razón, pues, es la doble moral de la sociedad en que vivimos. Esta sociedad es machista y tiene doble moral.
Por un lado, reprime la sexualidad de las mujeres. Nos dice que tenemos que “llegar vírgenes al matrimonio”; nos prohíbe tener contactos sexuales ¡y hasta fantasías! fuera del matrimonio; nos impide disfrutar del sexo. Pero por otro lado, incita a los hombres a tener sexo con muchas mujeres, antes y durante el matrimonio... Entonces ¡nos necesitan!
Decimos que esta sociedad tiene doble moral porque: se juzga diferente las actitudes de varones y mujeres ¡no se usa la misma vara! Y porque el discurso público habla de la familia, la fidelidad, la honradez, “bla, bla, bla...”; pero se incita y se permite a los hombres engañar a sus parejas, mentir, ocultar.
Desde que nacemos nos educan para ser niñas sumisas, delicadas, débiles. Y a los hombres para que sean autoritarios, agresivos, fuertes. No podemos cambiar nuestra infancia pero sí podemos cambiar nosotras y podemos cambiar esta historia, educando a nuestras niñas y a nuestros niños de manera más libre e igualitaria.
Desde muy pequeñas nos vienen diciendo cómo tenemos que ser para ser mujeres.
¿Nos atrevemos a intentar ser mujeres diferentes? ¿A inventarnos una forma de ser mujeres que nos guste a nosotras? ¿A ser mujeres más libres?
Las desigualdades entre los hombres y nosotras en esta sociedad
Sexo FÍSICO Hombre / Mujer Género SOCIAL / CULTURAL Mujer y Hombre
La diferencia de género hace que a nosotras nos digan: • Lo que debemos hacer. • Lo que debemos estudiar. • Que debemos ser buenas. • Que debemos mostrarnos. débiles. • Que debemos obedecer. • Que para ser mujeres de verdad debemos ser madres. • Que debemos tener una sola pareja y ser fieles. La diferencia de género hace que a ellos les digan: • Que deben tomar siempre las decisiones. • Que deben mostrarse siempre fuertes. • Que deben tener muchas mujeres. • Que deben ser infieles a sus parejas.
12 comentarios
armando(zorro) -
Brian Michell Ascencio Estrada! -
dania paola velazquez -
ANA PATRICIA LIZBETH RAMIREZ REYNOSO -
EDGAR JAIR BECERRA ARAUJO -
ya para terminar la lectura esta muy chida, muy entendible, mmm... si me gusto. jajaja
ARACELI SUAREZ BRAMBILA -
Yenifeer Hernández Villalobos -
jonathan miguel reyes gomez -
iliana careli cordova ortiz -
JOEL ESPINOZA GARCIA -
YA SABE SOY MUY CRITICON Y EN TODO ME FIJO JA JA.
PERO SI ES CIERTO, CASI SIEMPRE NOS INCULCAN HASTA LOS COLORES QUE DEBEMOS VESTIR, LAS PERSONAS CON LAS QUE PODEMOS JUGAR, LO QUE HAY QUE HACER, Y LO QUE NO, LAS FORMAS DE COMPORTARSE ANTE LA SOCIEDAD ETC.
PUES YA FINALIZANDO PORQUE SI NO YA VA A PARECER MAS BLOG MI COMENTARIO QUE NI EL PROPIO BLOG, SOLO LE DIGO QUE LO FELICITO POR SU BLOG, PORQUE NOS APORTA COSAS INTERESANTES, Y DE GRAN AYUDA
BYE
mario sanchez gutierrez -
claro siempre la mujer a sido tratada como si fueran (inutiles) pero en realidad no lo son y lo que mucha gente no se da cuenta es que ellas pueden hacer las mismas cosas que los hombres y hasta mejores, pero que se puede hacer es muy dificil cambiaar el machismo que hay no solo en nuestro pais si no un muchos lugares del mundo.
sandy patricia de la rosa. -
nos inculcan a desde pequeños ir siguiendo costumbres de como ser.
ala mujer la educan diciendole que para ser mujer hay que ser primero madre, que hay que obedecer al hombre , que hay que ser cariñosas, que hay que cuidar alos hijos y hay que servirle al hombre.
al hombre lo educan, fuerte, que no debe de llorar y otras cosas.
a todos nosotros nos quieren educar como educaron a nuestros padres , siempre la mujer sentirse menos que un hombre , pero le verdad no se vale ya que somos iguales y tenemos los mismos derechos que un hombre.