Porfiriato
El Porfirismo (1876-1910)
El Presidente Lerdo de Tejada encontraría en un antiguo correligionario el fin de su gobierno.
Así, en 1876 el general Porfirio Díaz le desplazó de la Presidencia enarbolando la bandera de la no reelección. Las elecciones de mayo de 1877 llevaron al general Díaz a la Presidencia, misma que no dejaría sino hasta 1911, a raíz del avance de la Revolución proclamada en 1910. Ejerce el poder de manera casi ininterrumpida por aproximadamente 30 años, sólo alterada por la presidencia de Manuel González, su cercano amigo, quien ocupa formalmente el poder entre 1880 y 1884.
Porfirio Díaz |
La etapa liberal fue sustituida por el denominado porfiriato o porfirismo, que expresó la personalidad férrea de Porfirio Díaz, de brillante historial militar, patriota, héroe de la guerra de intervención, hombre de armas que trajo la pacificación del país, y que ya en el poder se convirtió en dictador. La bandera de la no reelección, de la que fue portaestandarte, la suplió por la de reelección continua. Cambió el texto constitucional para reelegirse en 5 períodos consecutivos.
Si los liberales habían creado un Estado-Jurídico y habían concedido la igualdad de derechos a los mexicanos, a Porfirio Díaz se debe la formación territorial del Estado-Nación y la supresión de los derechos cívicos de los mexicanos. Díaz creó la infraestructura para la unificación del territorio: una amplia red de transportes (20,000 kilómetros de vías férreas), base para formar un mercado nacional. En esta tarea fue notable la labor de José Ives Limantour, el responsable de la hacienda pública, quien organizó el financiamiento del proyecto de expansión económica, gravó con impuestos la producción, acabó con los impuestos al tráfico interno de las mercancías, reorganizó la deuda pública (1893), reorganizó las instituciones de crédito (1897), llevó a cabo una reforma monetaria (1905), y, en consecuencia creó un clima de confianza a los inversionistas extranjeros.
La "paz social" imprescindible para llevar adelante esa empresa, se consiguió "matando en caliente", a los que levantaban las armas contra el régimen y suprimiendo todas las libertades civiles.
Ver video sobre el Recorrido del Presidente Porfirio Díaz
Archivo Toscano México. Imágenes propiedad de la Fundación Carmen Toscano I.A.P. (Sólo CD)
El orden y el progreso fueron la divisa y la justificación de un régimen que privilegió ostentosamente a los grandes propietarios -urbanos y terratenientes- y a los capitalistas ingleses y norteamericanos, dueños de las tres cuartas partes de la industria minera y de la mitad de la explotación petrolera, iniciada durante el período. Los avances en la industria no repercutieron en el campo, donde se mantuvo una organización semifeudal. Las leyes de colonización y baldíos condujeron al despojo de los pequeños propietarios y a la concentración de la propiedad.
Ver video sobre las Fiestas del Centenario de la Independencia, 1910.
Archivo Toscano México. Imágenes propiedad de la Fundación Carmen Toscano I.A.P. (Sólo CD)
El régimen cayó por los males sociales, pero también por aquel espíritu de conciencia nacional que había cundido entre los políticos e intelectuales de la nueva generación, que prepararon y acaudillaron el movimiento revolucionario de 1910. El cambio de los hombres fuertes por las instituciones vendría con esta revolución, la primera democrática triunfante del siglo XX y el movimiento social que más influjo tuvo en todas las esferas de la vida nacional.
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madafaka3000 -
brenda 5to -
Alejandra Lamas Galván 5°A -
Alejandra Lamas Galván -