Formación de los Estados Unidos y expansión territorial
Estados Unidos surgió a partir de la colonización británica de América, protagonizada por oleadas de inmigrantes británicos que fundaron entre los siglos XVII y XVIII Trece Colonias en la costa atlántica del subcontinente norteamericano, al Este de los Apalaches. Estas colonias daban la espalda a las posesiones francesas del Québec y la Luisiana.
Luego de un desarrollo más bien pacífico de los colonos, las guerras contra los franceses al norte obligaron la creación de cuerpos de ejército coloniales, una de las primeras expresiones de identidad nacional. Más tarde, y fomentados por las ideas de los enciclopedistas franceses, vinieron las sublevaciones como el Motín del Té en el puerto de Boston (1773). Las medidas represivas del gobierno inglés provocaron el inicio de la Guerra de Independencia. Los colonos formaron un ejército de milicianos que se pusieron bajo el mando de George Washington, quien tuvo problemas para equipar a sus hombres con armas y municiones, además de no disponer de una flota para combatir a la del imperio británico, así que pidió ayuda a Francia, la cual para desquitarse de la Guerra de los Siete Años accedió a ayudar a las colonias.
La revolución estadounidense se inició con las tensiones de menor importancia entre la falta de representación política de los colonos norteaméricos en el parlamento británico y progresivamente se intensificó cuando Gran Bretaña aplicó impuestos a los colonos para saldar la deuda acumulada de la Guerra de los Siete Años. La revolución culminó con la Guerra de la Independencia que dio lugar a la proclamación de los Estados Unidos de América.
La principal causa de este conflicto fue el sentimiento de marginación por parte de los colonos, que aportaban riquezas e impuestos a la metrópoli, impuestos que se incrementaron a partir de 1765, año de imposición de la Ley del Timbre (Stamp Act), para sufragar los elevados gastos que a Inglaterra le había supuesto la Guerra de los Siete Años. Las colonias creían injusta su obligación de pagar impuestos a la metrópoli sin tener representación política en el parlamento de Londres. Esta situación hizo que desde mediados del siglo XVIII comenzara a crecer la creencia de que no hacía falta la fuerte dependencia de Inglaterra. Los colonos hizo un llamamiento al gobierno británico para permitir que las colonias para tener una representación política en el parlamento, pero estas peticiones se les negó en repetidas ocasiones. "Impuestos sin representación" (taxation without representation) se convirtió en el lema de los colonos insatisfechos.
En 1775 comienza oficialmente la guerra de la Independencia. Los colonos organizaron a toda prisa las milicias civiles y acordó nombrar a George Washington, un rico aristócrata y un ex teniente-coronel del ejército británico, como su líder. Washington controlaba una enorme cantidad de capital financiero y creía que había sido injustamente acusado por los británicos por fiascos en la guerra franco-india, que a su juicio no fueron culpa suya.
El desarrollo inicial fue claramente de dominio inglés, pero su curso cambiaría cuando tras la Batalla de Saratoga, primera gran victoria estadounidense, Francia y posteriormente España entrasen en guerra apoyando a los independentistas norteamericanos.
En 1783 por la Paz de Versalles, Inglaterra se ve obligada a reconocer la independencia de las 13 colonias británicas, tal y como éstas habían redactado en la famosa Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776.
Una vez lograda la independencia, resultó muy complicado poner de acuerdo a todas las antiguas colonias sobre si seguían como estados independientes, o se reunían en una sola nación. Tras varios años de negociaciones, en 1787, 55 representantes de las antiguas colonias se reunieron en el Congreso de Filadelfia con el fin de redactar una constitución. Se creaba así un único gobierno federal, con un Presidente de la República y dos Cámaras Legislativas (Congreso y Senado) como solución intermedia. Se redactó también la Constitución de 1787, y se llamó a las elecciones por las cuales George Washington fue elegido como el primer Presidente de los Estados Unidos bajo la nueva constitución.
Esta constitución estaba inspirada en los principios de igualdad y libertad que defendían los ilustrados y se configuró como la primera carta magna que recogía los principios del liberalismo político, estableciendo un régimen republicano y democrático. La independencia y democracia estadounidense causó un notable impacto en la opinión y la política de Europa.
Como Estados Unidos, George Washington gobernó con un estilo federalista. Cuando los agricultores de Pensilvania se negaron a pagar un impuesto federal sobre el licor, Washington movilizó a un ejército de 15.000 hombres para sofocar la Rebelión del Whisky. Con Alexander Hamilton al frente de la Secretaría de Hacienda, el gobierno federal se hizo cargo de las deudas de cada estado y creó una banca nacional. Estas medidas fiscales fueron concebidas para alentar la inversión y persuadir a la iniciativa privada a que apoyara al nuevo gobierno.
En la primera mitad del siglo XIX Estados Unidos se extendió por nuevos territorios. Al núcleo inicial que comprendían las Trece Colonias, se agregaron nuevos territorios al sur y al oeste: compraron Luisiana y Florida a Francia y España respectivamente; Inglaterra cedió Oregón; Texas decidió incorporarse; y ganaron Nuevo México y California tras una breve guerra con México. Esta expansión hacia el oeste proporcionó tierra y recursos, y contribuyó a forjar la identidad de la población en detrimento de los pueblos indígenas que fueron relegados a las peores tierras.
En el inmenso país en que se convirtió Estados Unidos se distinguían tres grandes zonas: el noreste, industrial y urbano; el sur, agrícola y con grandes explotaciones de algodón y tabaco trabajadas por esclavos; y el oeste, con predominio de pequeños granjeros.
La guerra de Secesión
La constitución de Estados Unidos permitía la esclavitud, cuya abolición dependía de cada Estado. Los Estados del sur la mantenían porque era la base de sus explotaciones agrícolas.
En 1860 fue elegido presidente Abraham Lincoln, que era abolicionista, lo que provocó que once Estados del sur se separaran de Estados Unidos y formaran una confederación. El Congreso los declaró en rebeldía y la guerra comenzó en 1861. La guerra se prolongó durante cuatro años y provocó medio millón de muertos. El norte venció y la esclavitud fue abolida.
La Reconstrucción
El período posterior a la guerra de Secesión se conoce con el nombre de Reconstrucción.
- Se dieron derechos políticos a los negros y la política se organizó en torno a dos partidos: los demócratas y los republicanos. Sin embargo, cuando se retiró el ejército del norte, en el sur se suprimieron de nuevo las leyes favorables a los negros.
- En el terreno económico este fue un período de gran desarrollo de la industria moderna.
9 comentarios
nayeli 4-A -
Myrania Tornero Galván 4°A T/M -
lo unico que no me agrada de esto es que washintong dio a cada estado el poder de gobernar y poner sus reglas como le convenian y afuera porque era un estado agricola y eso proporciona a la explotación.
KARINA YARENY CORTES ZARAGOZA 4``A´´ -
lizbeth yannet flores 4A -
daniel padilla manriquez 4.A -
Ivan Axel Cordero Gonzalez 4ºA T/M -
zamora lopez ezthefania -
AUMNTARON LOS IMPUESTOZ
joana l. gama c. 4*a -
CLAUDIA PATRICIA ALATORRE LOPEZ 4° A -