Resistencia en la Isla de Mezcala
De 1810 a 1816 fueron muchos los sufrimientos y calamidades vividos durante la lucha por la independencia de México, aunque algunos de los insurgentes de Mezcala se daban escapadas en las noches para ver a sus familias y llevarse algunos alimentos- Esto dio motivo para que los españoles encarcelaran a los habitantes y se tomaran medidas radicales, como, por ejemplo, la incautación de bienes o la imposición, a modo de castigo, de un mayor tributo a Ocotlán.
Fortificación y batallas en la isla de Mezcala
A finales de 1811 se condujo a los insurgentes de Ocotlán a Mezcala, estando al mando Luis Macías, mientras que el padre Castellanos se ocupo de los trabajos de fortificación y Encarnación Rosas de todo lo relativo a la disciplina y armamento del ejército insurgente en esa fortaleza.
En 1812 los insurgentes estaban ocupados en los trabajos de fortificación y el General Linares determinó hacer un reconocimiento de la fortaleza de Mezcala. Linares embarcó en una enorme canoa con algunos miembros de su estado mayor, su hijo y su sobrino, siendo acompañado por seis canoas de soldados españoles equipados. Los insurgentes se dieron cuenta del peligro y se embarcaron para salir. Don Encarnación Rosas e Inés Navarro procedieron al ataque volcando a los españoles y entablaron una lucha marítima, donde tomaron varios oficiales como prisioneros. El General Linares, su hijo y su sobrino Pablo Bustamante fueron fusilados.
General Cruz
En marzo de 1814, el general Cruz, el más temido en la Nueva Galicia durante aquella época, fue ascendido al grado de Mariscal y se presentó en Tlalchichilco para dirigir las maniobras contra los insurgentes en Mezcala pero no se atrevieron. En junio del mismo año, el Gobierno Colonial reunió un ejército para acabar de una vez con los insurgentes de Ocotlán fortificados en Mezcala; 100 canoas grandes, 4 lanchas, una falúa y 2 canoas unidas entres sí eran dirigidos por el comandante Felipe García y el coronel Celestino Negrete. Esta batalla duro varias horas en la que se lucho cuerpo a cuerpo, volcando a los españoles y los que llegaban a las orillas de la isla les llovía piedras.
Esta batalla les dejó un gran botín: grandes cantidades de municiones, armas y un cañón; pero al enterarse el General Cruz decidió bloquear completamente la isla para que se rindieran los insurgentes por hambre, quienes en lugar de esperar a ser atacados tomaron la iniciativa y en las madrugadas salían de la isla y atacaban llevándose los pertrechos de guerra, principalmente los víveres.
Triunfo dinsurgente ante la flota española más númerosa
En 1815 la escuadrilla realista (española) era muy poderosa: 100 barcos pequeños, una boleta con capacidad para 300 hombres y una falúa nombrada “Fernando en su Trono”. Rodearon la isla de Mezcala, pero el patriotismo de los Ocotlenses, dirigidos por Santa Ana Rosas y Castellanos, les permitió combatir a los españoles, quienes se vieron obligados a irse con grandes pérdidas, dejando muchos víveres y pertrechos de guerra así como “Fernando en su Trono”.
En 1816 hubo muchas batallas, la principal de ellas fue en el punto denominado “Corral de Piedra”, donde se derrotó a los españoles pero después se rehicieron y sorprendieron a los insurgentes consiguiendo la victoria. El Padre Castellanos exhortó a los combatientes a no ser confiados y que les sirviera de experiencia esa batalla.
Fin de participación ocotlense en guerra por la independecia
Durante cerca de seis años, los insurgentes caminaron de triunfo en triunfo. A finales de 1817 se desarrolló una terrible peste en Mezcala. Por otro lado, los españoles estaban cansados de luchar y enviaron emisarios proponiendo la paz y ofreciéndoles el indulto a los Jefes y soldados. Pero don Encarnación Rosas no estuvo conforme y subió a lo más elevado de uno de los acantilados de la isla, para después arrojarse a la laguna atado a un cañón.
El General Cruz cumplió las condiciones y al jefe Santa Ana se le reconoció el grado de Teniente Coronel y se le nombró gobernador de la isla, mientras que al cura Castellanos se le colmó de honores.
Leer mas en Batallas victoriosas de 1810 en Mezcala: El fin de la participación ocotlense en la Independencia de México http://periodosrevolucionarios.suite101.net/article.cfm/los_triunfos_de_1810_en_la_isla_de_mezcala#ixzz0mGTb7zMT
De 1810 a 1816 fueron muchos los sufrimientos y calamidades vividos durante la lucha por la independencia de México, aunque algunos de los insurgentes de Mezcala se daban escapadas en las noches para ver a sus familias y llevarse algunos alimentos- Esto dio motivo para que los españoles encarcelaran a los habitantes y se tomaran medidas radicales, como, por ejemplo, la incautación de bienes o la imposición, a modo de castigo, de un mayor tributo a Ocotlán.
Fortificación y batallas en la isla de Mezcala
A finales de 1811 se condujo a los insurgentes de Ocotlán a Mezcala, estando al mando Luis Macías, mientras que el padre Castellanos se ocupo de los trabajos de fortificación y Encarnación Rosas de todo lo relativo a la disciplina y armamento del ejército insurgente en esa fortaleza.
En 1812 los insurgentes estaban ocupados en los trabajos de fortificación y el General Linares determinó hacer un reconocimiento de la fortaleza de Mezcala. Linares embarcó en una enorme canoa con algunos miembros de su estado mayor, su hijo y su sobrino, siendo acompañado por seis canoas de soldados españoles equipados. Los insurgentes se dieron cuenta del peligro y se embarcaron para salir. Don Encarnación Rosas e Inés Navarro procedieron al ataque volcando a los españoles y entablaron una lucha marítima, donde tomaron varios oficiales como prisioneros. El General Linares, su hijo y su sobrino Pablo Bustamante fueron fusilados.
General Cruz
En marzo de 1814, el general Cruz, el más temido en la Nueva Galicia durante aquella época, fue ascendido al grado de Mariscal y se presentó en Tlalchichilco para dirigir las maniobras contra los insurgentes en Mezcala pero no se atrevieron. En junio del mismo año, el Gobierno Colonial reunió un ejército para acabar de una vez con los insurgentes de Ocotlán fortificados en Mezcala; 100 canoas grandes, 4 lanchas, una falúa y 2 canoas unidas entres sí eran dirigidos por el comandante Felipe García y el coronel Celestino Negrete. Esta batalla duro varias horas en la que se lucho cuerpo a cuerpo, volcando a los españoles y los que llegaban a las orillas de la isla les llovía piedras.
Esta batalla les dejó un gran botín: grandes cantidades de municiones, armas y un cañón; pero al enterarse el General Cruz decidió bloquear completamente la isla para que se rindieran los insurgentes por hambre, quienes en lugar de esperar a ser atacados tomaron la iniciativa y en las madrugadas salían de la isla y atacaban llevándose los pertrechos de guerra, principalmente los víveres.
Triunfo dinsurgente ante la flota española más númerosa
En 1815 la escuadrilla realista (española) era muy poderosa: 100 barcos pequeños, una boleta con capacidad para 300 hombres y una falúa nombrada “Fernando en su Trono”. Rodearon la isla de Mezcala, pero el patriotismo de los Ocotlenses, dirigidos por Santa Ana Rosas y Castellanos, les permitió combatir a los españoles, quienes se vieron obligados a irse con grandes pérdidas, dejando muchos víveres y pertrechos de guerra así como “Fernando en su Trono”.
En 1816 hubo muchas batallas, la principal de ellas fue en el punto denominado “Corral de Piedra”, donde se derrotó a los españoles pero después se rehicieron y sorprendieron a los insurgentes consiguiendo la victoria. El Padre Castellanos exhortó a los combatientes a no ser confiados y que les sirviera de experiencia esa batalla.
Fin de participación ocotlense en guerra por la independecia
Durante cerca de seis años, los insurgentes caminaron de triunfo en triunfo. A finales de 1817 se desarrolló una terrible peste en Mezcala. Por otro lado, los españoles estaban cansados de luchar y enviaron emisarios proponiendo la paz y ofreciéndoles el indulto a los Jefes y soldados. Pero don Encarnación Rosas no estuvo conforme y subió a lo más elevado de uno de los acantilados de la isla, para después arrojarse a la laguna atado a un cañón.
El General Cruz cumplió las condiciones y al jefe Santa Ana se le reconoció el grado de Teniente Coronel y se le nombró gobernador de la isla, mientras que al cura Castellanos se le colmó de honores.
Leer mas en Batallas victoriosas de 1810 en Mezcala: El fin de la participación ocotlense en la Independencia de México http://periodosrevolucionarios.suite101.net/article.cfm/los_triunfos_de_1810_en_la_isla_de_mezcala#ixzz0mGTb7zMT
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Azucena -